El dibujo no se enseña, sale de dentro del niño. Se puede estimular a un bebé de un año y medio, por ejemplo, dejándole que tenga contacto con algún lápiz. A esta edad, muchos niños ya podrán sujetar un lápiz y hacer sus primeros garabatos.
Las edades de los niños y los dibujos:
- A los 18 meses el niño hará garabatos. Su coordinación motora es muy precaria. Esta etapa se denomina auto-expresión. Sentirá curiosidad por las paredes, el suelo, las revistas, e intentará rayarlos de todas formas.
- A los 2 años de edad, el garabato pasará a tener otro sentido para el niño que pasará a notar que existe una relación entre los garabatos y el movimiento que hace su mano. Querrá dibujar sin parar y usará más de un lápiz de color para rellenar la hoja. El niño, a esta edad, empezará a sentir curiosidad y a querer probar otros tipos de lápices y materiales. La experimentación predominará sobre la expresión.
- A los 30 meses de edad. El niño gozará de una mejor coordinación y es ahí donde aparecerá el dibujo simbólico. Cada garabato o dibujo que consiga hacer tendrá un nombre y un sentido para él. Un cuadrado para él puede representar una casa. Y un círculo, aunque mal hecho, puede simbolizar una cabeza u otra cosa.
- A partir de los tres o cuatro años, el dibujo del niño se acercará más a la realidad.
-A los cinco años, empezará a dibujar más detalles en sus personajes y a utilizar los colores más adecuadamente. Ya a partir de los seis años, sus dibujos tendrán pormenores importantes como mano con cinco dedos, orejas, distintos pelos, personas sentadas, etc. También se encontrará preparado para dibujar todo a lo que se proponga.
Es lógico que esas etapas sirven apenas de orientación. Siempre debemos considerar que cada niño es un mundo y que cada uno tiene su propia habilidad además de su debido tiempo para desarrollarla. Y eso hay que respetar y no forzar.